lunes, 4 de junio de 2007

La Muerte del Palomo 3

Antes de leer esta entrada lee:
La muerte del Palomo 1
La muerte del Palomo 2

Llegué a Cancún, con un nudo en el estómago por todo lo que había dejado atrás y todas las experiencias nuevas que me faltaban por vivir. Agarré un taxi y llegué a la dirección que MH me dio, era el lugar en el que íbamos a vivir durante los próximos meses. Era un cuartito con 2 camas individuales, un baño y un espacio donde pusimos una parrilla para calentarnos cualquier cosa. Pagamos la renta del mes, nos instalamos y fuimos al super a comprar cosas para comer.

Estuvimos 1 semana de “vacaciones” decidimos empezar a buscar trabajo después de ese tiempo, todavía nos quedaba gran parte del dinero que teníamos ahorrado. Llegaron 2 amigas con sus novios de vacaciones a Cancún y estuvimos con ellas 4 días en la playa, saliendo en la noche a cenar, de antro y varias cosas que nosotros 2 solos no hacíamos.

Empezamos a buscar trabajo pero no era tan fácil como creíamos, de todos lados a donde íbamos pedían experiencia y obvio no la teníamos. Pasaron los días y se nos empezó a acabar el dinero, nuestras comidas se limitaron a agua de la llave hervida, galletas Marías y de repente huevos revueltos. Aunque pareciera que estaba sufriendo la verdad es que dentro de mi desesperación por no conseguir trabajo estaba feliz de estar allá, y más feliz por la compañía.

Un día en un anuncio en el periódico vimos que en Mr. Papas se solicitaban meseros y garroteros. Fuimos y nos dijeron que no necesitábamos experiencia, solamente ganas de trabajar. A mí me pusieron en la cocina a recibir los platos usados, tirar la comida que los clientes no se comían y meter los platos y cubiertos en una especie de cajas de plástico para que las lavaran, habían mucho platos que me los llevaban casi con la comida sin probar, yo tenía tanta hambre que me llegué a comer lo que ya se iba a tirar a la basura, no sin antes meter en una bolsa de plástico camarones empanizados y verduras en una bolsita para MH que también tenía hambre pero a él lo habían puesto de host en la entrada para recibir a los clientes.

Como a las 10 de la noche en ese restaurante era costumbre que los meseros bailaran e hicieran una especie de show, me pusieron una máscara de Carlos Salinas de Gortari y me pusieron a bailar, ni modo, lo tenía que hacer para ganar un poco de dinero. Cuando los clientes se fueron era momento de recoger el restaurante, todo el equipo de meseros y demás nos pusimos a limpiar a MH y a mí nos dieron unos zacates de metal para limpiar unas manchas que había en la entrada de los baños, los agarramos y pues a darle duro a quitar esas manchas. Cuando estábamos limpiando le dije, oye ¿Tú crees que valga la pena quedarnos mas tiempo aquí? Esto de quitar estas manchas es una novatada, no se van a quitar nunca y yo ya estoy cansado, seguro nos van a tocar $20 a cada uno y no nos va a alcanzar para mucho, mejor ya vámonos y mañana vemos que podemos hacer.

Nos quitamos los mandiles que nos habían prestado, los colgamos y nos salimos, el dueño del restaurante nos dijo que si nos íbamos no nos iba a pagar nada, ni lo que nos correspondía de propinas ni el suelde de ese día. Le dije que no nos importaba que ya estábamos cansados y que se podía quedar con su trabajo.

Llegamos a la casa tristes y con hambre, sentimos que no habíamos hecho nada de provecho y que solamente habíamos perdido el día. Nos sentíamos mal y desesperados. Saqué de mi pantalón la comida que había guardado para MH y se la di. Después de que cenó nos dormimos esperando que al otro día tuviéramos más suerte.

El 24 de diciembre, vimos otro anuncio en el periódico que solicitaban gente para el Hotel Camino Real, fuimos por no dejar porque ya de varios hoteles nos habían dicho que para trabajar ahí necesitábamos experiencia. Llegamos y el capitán de botones nos entrevistó uno por uno, éramos como 8 personas esperando ser contratados, las vacantes eran 2 de bell boys y 1 de valet. Cuando fue mi turno pasé con el capitán y me hizo preguntas tanto personales como laborales, salí desesperanzado y seguro de que no me darían el trabajo. Una vez que el capitán entrevistó a todos, dijo que ya había escogido a los 2 que más le habían gustado, MH y yo nos sentamos separados para que no vieran que íbamos juntos ni que nos conocíamos. Cuando nos llamó a las 3 personas que le habíamos gustado para los puestos ¡no lo podíamos creer! Nos escogió a MH y a mí como bell boys y a otro cuate para valet.

Salimos felices, era el mejor regalo de Navidad que había recibido en la vida, ya íbamos a poder pagar la renta, comer bien y pagar nuestro boleto de avión de regreso cuando lo tuviéramos que hacer. En la noche fuimos a pasar la Navidad con la tía y primas de MH, pudimos comprar algo para llevar de regalo y ellas compraron regalos para todos, ¡hasta a mi me tocó regalo! Fue una cena divertida, diferente y sirvió para distraernos de todo lo malo o difícil que había sido hasta ese momento nuestra estancia en Cancún, ya que estábamos teniendo muchas peleas y cada vez eran más frecuentes, la dueña de la casa donde nos quedábamos no nos quería mucho y cuando la veíamos nos recibía con malas caras, la verdad que no se porque le caíamos tan mal, ya que no hacíamos ruido, ni poníamos música fuerte, ni hacíamos fiestas, el chiste es que no nos soportaba.

Empezamos a trabajar y a hacernos amigos de los otros bell boys, yo llevaba una relación excelente con todos y MH más o menos ya que él es una persona más difícil de carácter que yo. El día de año nuevo me tocó el turno nocturno y trabajé de 10 pm a 7 am. Pero la verdad que no me quejé, con tener trabajo estaba contento. Llegó mucha gente en la madrugada algunos borrachos, otros no tanto, hubo un gringo que llegó solo, en taxi y no se podía bajar. Lo tuve que ayudar y subirlo a su cuarto, cuando llegamos abrí la puerta y lo senté en la cama, le pregunté q si necesitaba algo más y sacó de su bolsa del pantalón billetes, me dijo que me los regalaba si me quedaba con él esa noche, yo calculo que eran como 300 dólares, pero le dije que no. Me dijo que quería compañía y que por favor me quedara con él, le repetí que no podía porque estaba trabajando y porque no era de ese tipo de personas. Me di la media vuelta y me salí del cuarto.

Al día siguiente, en la casa, le conté a MH lo que había sucedido con el gringo y me dijo que hubiera tomado el dinero y me hubiera quedado con él. Me enojé mucho por su comentario, estaba sugiriéndome que me prostituyera. Él me dijo que él si lo hubiera hecho por ese dinero, que yo era muy tonto porque siempre lo había tenido todo y que era un niño consentido y caprichoso. Me dijo cosas horribles que ni vale la pena recordarlas, pero me hizo sentir muy mal. Al verme débil o triste o no se como estaba en ese momento, me aventó a la cama y me dijo que mejor me regresara a mi casa que era un tonto y que no estaba hecho para una vida así, que ya no quería que estuviera con él allá. Me hizo llorar y lo disfrutó, ya no me quería ahí con él. Me dijo que me tenía coraje porque yo tenía buena relación con todos los bell boys y que a mí me invitaban a sus fiestas y a él no, me dijo que él no podía estar con alguien que lo opacara, que lo hiciera sentir menos. Me humilló hasta que se cansó, (esta parte la tengo medio bloqueada, no la puedo recordar del todo, pero voy a describir más e menos lo que pasó) después me aventó a la cama, me empezó a besar y me quitó la ropa. Me dijo que solamente quería estar conmigo y con nadie más. Se convirtió en una guerra de poderes y cuando menos me di cuenta él estaba dentro de mí, yo no quería pero el peso de su cuerpo sobre el mío no me dejaba moverme, yo solamente recuerdo decirle que no quería y no le importó, usó su fuerza y su tamaño (mide 1.90 y yo 1.70) para hacer conmigo lo que quiso, abusó de mi y cuando acabó, se puso el pantalón y se fue a la calle. Me dejó destrozado, no sabía que hacer lloré mucho, como nunca, cerraba los ojos y lo único que veía era mi casa y mi cama, ya quería estar ahí.

Pasaron los días y nuestra relación fue peor cada vez, ya no sabía que hacer, no le podía perdonar lo que me había hecho pero tampoco quería vivir con rencores hacia la persona que más quería. Empecé a salir más con los otros bell boys ya que no quería llegar a la casa y estar con él a solas mucho tiempo, me daba miedo. Él se dio cuenta que algo no estaba bien y habló en alguna ocasión conmigo, me dijo que lo de ese día había sido un error, que él no quería hacerlo pero que se había convertido en un animal, que lo perdonara por favor. Lo perdoné e intenté sacarlo de mi mente.

Tuvimos muchos más pleitos en lo que restaba de mi estancia en Cancún, casi diario nos peleábamos o por lo menos discutíamos. Yo entraba a la escuela el 3 de febrero y fui a una agencia de viajes, con el poco dinero que pude ahorrar compré mi boleto de regreso a México. Una vez que lo tenía en la mano fui con MH y le dije que me iba el 1 de febrero, situación que agradeció, ya no quería que yo estuviera ahí con él. Me dijo que él regresaba en abril o mayo y que no quería saber nada de mí, que esos meses que estuviéramos separados no lo buscara porque no me iba a atender y que él tampoco iba a buscarme. Puse cara de palo y le dije “como quieras”.

Regresé y no lo busqué, entré a la escuela y me empecé a distraer con otras cosas, empecé a hacer nuevos amigos y a frecuentar a los viejos que los tenía tan descuidados por esos últimos 6 meses de locos que había vivido.

El día del cumpleaños de MH (30 de marzo) le llamé para felicitarlo, hablé al hotel, me contestó “El Capi” y lo saludé me dijo que me extrañaban mucho que ojala todo fuera bien en mi casa y en mis estudios, que regresara cuando quisiera a saludarlos, de una manera escueta le pregunté por MH y me dijo que iba a ver donde estaba porque igual había salido a comer, a los 30 segundos me comunicó y contestó MH, se me secó la boca y empecé a temblar, no pude hablar, dijo, Eres tú K?, y al fin pude articular palabra, le dije que sí que lo felicitaba por su cumpleaños que perdón por romper el pacto de no hablarle pero que lo quería felicitar y saber como estaba. Me dijo que no le podía dar más gusto escuchar mi voz, que me extrañaba y que sentía mucho lo que había pasado que había sido un tonto y que ya quería regresar a verme, que quería estar conmigo toda la vida y se acababa de dar cuenta. Me dijo que regresaba en abril para hacer su examen de admisión de la universidad y que el mero día que llegara me quería ver. Me puse feliz, le dije que yo lo recogía en el aeropuerto y lo llevaba a su casa.

Llegó abril y con éste llegó MH, no fui por él al aeropuerto ni lo vi el día que regresó como me había prometido. Lo vi 3 días después porque había estado haciendo muchas cosas en su casa y con sus papás. Cuando nos vimos todo pasó tan rápido, que no me acuerdo mucho como pasaron las cosas. Nos vimos con mucho gusto, pero nos vimos como amigos, yo ya no podía confiar en que me quisiera, ya me había hecho mucho daño. Me pidió otra oportunidad, quería demostrarme que no era como se había portado conmigo. Le dije que estaba bien, que lo siguiéramos intentando.

Pasaron los días y la cosa fue bien, sin altas ni bajas, más bien plano. Nos veíamos poco y si nos veíamos él estaba de mal humor, como si no quisiera estar conmigo. A finales de mayo, me dijo que si podía pasar por él, que teníamos que platicar. Pasé por él y fuimos a tomar un café a Sanborns, ahí me dijo que la gente (no se quienes todavía) estaba empezando a sospechar que teníamos una relación más allá que de amigos y que él no quería que nadie supiera, entonces que lo mejor sería terminar porque él planeaba hacerse novio de una amiga. Le supliqué que no lo hiciera que no iba a poder soportar verlo con alguien más y menos besándose, le dije que yo no lo podía compartir, que quería que estuviera conmigo nada más. Me dijo que me amaba y que yo era el dueño de su corazón que no me preocupara que él iba a volver a estar conmigo. Que caro pagaría creerle todas estas cosas.

A finales de mayo, es cumpleaños de D, ya hacía un año que conocía a MH y mi vida había cambiado como nunca. Salimos a bailar para festejar su cumpleaños. MH estaba platicando con nuestros amigos en común pero a mi no me dirigía la palabra, como si no nos conociéramos. De repente vi que MH y D se estaban besando, se me partió el corazón. D llegó conmigo y me dijo que ya era novia de MH que estaba contenta y que esperaba que todo saliera padre le dije que mucha suerte y que me tenía que ir. No podía soportar verlos besarse, mi mejor amiga y la persona que más había querido en el mundo. Me fui y MH corrió tras de mí. Me pidió que no me fuera, que si yo no estaba él no era fuerte y no se sentía a gusto con los demás. Le dije que se quedara con su novia y que ella iba a poder darle la fortaleza que necesitaba, que yo ya me iba a mi casa. Me apretó el brazo tan duro que me lastimó, le dije que me soltara y me fui del lugar a mi casa. Me volví a sentir herido, engañado, me sentí como basura, desechable, reemplazable, un imbécil completo.

No supe de MH en 2 semanas, llamaba a mi casa y no le contestaba. A mi mama le pedí que no me lo pasara, me negué 2 semanas. Un día, iba a la universidad y MH me estaba esperando en la calle, me dijo que necesitaba hablar conmigo, que no podía dejarlo así, que por favor volviera con él que había vuelto a hacer una estupidez y que no la quería pagar perdiéndome. Volví a caer en su juego, le dije que si no cortaba a D conmigo no podía estar porque ella era mi mejor amiga y yo no le podía hacer eso a lo que accedió. A las 2 semanas cortó con D y volvimos a estar juntos justo el día que cumplíamos 1 año. Para festejar nuestro primer aniversario renté un cuarto de hotel, en el cual nos íbamos a quedar a dormir. Lo arreglé y esperé el momento en el cual MH llegara para poder estar juntos. Llegó casi con 2 horas de retraso y me dijo que no se podía quedar que tenía que llegar a su casa en media hora, eso significaba que ya se tenía que ir porque el hotel estaba a 20 minutos de nuestras casas. Le pedí que no se fuera, que eso era más importante que lo que tenía que llegar a hacer a su casa. Se sentó conmigo, se tomó una copa de champaña, me dio un beso y se fue, me dijo, lo siento tengo algo que hacer y no lo puedo cancelar, te veo mañana.

Se fue y me quedé como estúpido viendo la puerta durante 10 minutos, no podía creer que fuera tan insensible y tan poco considerado con mis sentimientos. Cogí lo que había llevado y me salí del hotel. Llegué a mi casa y lloré otra vez, ya me estaba acostumbrando a sentirme poco importante y a decirme que era un imbécil.

Pasaron como 5 días y no supe nada de él y yo no quise marcarle, estaba muy lastimado y no sabía para donde iban las cosas. Me sentí desesperado y en alguna ocasión me pasó por la mente el suicidio pero nunca cómo hacerlo. La situación se estaba volviendo insostenible todo el día estaba triste y lloraba a la menor provocación, en el coche lloraba sin una razón, en la escuela en 2 ocasiones me tuve que salir de clase para irme al coche a llorar. ¿Por qué la vida me había cambiado tanto? ¿Por qué estaba sufriendo tanto si apenas hacía un año era la persona más feliz del mundo?

Al fin MH me llamó y nos vimos. Platicamos en el coche y me dijo que ya lo nuestro no podía ser que no estaba contento conmigo, que ya no lo hacía feliz así que las cosas tenían que terminar “antes de lastimarnos”, imbécil, pensé, si supieras todo lo que ya me has lastimado. Se bajó de mi coche en su casa y yo manejé y manejé y manejé, no sabía a donde iba, las lágrimas me nublaban los ojos, el nudo en la garganta no me dejaba hablar ni respirar bien, el coraje no me dejaba pensar con claridad y cuando me di cuenta estaba llegando al centro de Toluca, no se como llegué ahí, volví a manejar al DF y fui a mi casa.

Juré que MH no me iba a volver a lastimar, que me tenía que cuidar y hacer fuerte para cuando lo volviera a ver (cosa que no iba a tardar mucho) que ya no podía seguir llorando, así que juré que esa era la última lágrima que le lloraba. Pasara lo que pasara no iba a permitir que me hiciera daño otra vez. Ya no me iba a cegar el amor que le tenía, necesitaba alimentarme de algo, necesitaba buscar algo más, resguardarme en algo bueno, algo que me pudiera ayudar. ¿Que mejor que mis amigos? Pero, ¿Cómo podía acercarme a ellos otra vez? Los había descuidado mucho tiempo, además de que tenía que decirles la verdad, ¿cómo podía decirle a D lo que había pasado sin lastimarla ni herir su orgullo?

Ni modo esa era la vida que había escogido y era la vida que tenía que vivir, ya no había cabida para una vuelta en U solamente para adelante. Fue lo que hice hasta que MH volvió a aparecer en mi camino 3 meses después.

3 comentarios:

D-ZOO dijo...

ES COMO UNA NOVELA, PERO FINALMENTE CREO QUE TODOS VIVIMOS ALGUNA VEZ CAPITULOS ASI, DEMUESTRAS MUCHA VALENTIA K Y SOBRE TODO QUE APRENDISTE MUCHO, UN GUSTO LEERTE Y ESPERAMOS LO QUE SIGUE.

Anónimo dijo...

Wow!.....
Impactada me encanta como lo narras, eres un muy buen escritor!
eres asombroso n____n
bueno nos vemos
Y como dijo el es un gusto leerte y espero lo que sigue!

Anónimo dijo...

Señor K,

Con gran sentimiento y ademiración le escribo porque otra vez, quedé muy conmovida con sus historias.

Me da gusto que este Blog esté cumpliendo con el objetivo de sacar cosas buenas y malas del corazón. Vaya que he venido a conocer a una persona mucho más sensible, inteligente y valiosa de lo que yo ya pensaba.

Un beso enorme y espero la siguiente entrada.

Te quiero mucho...