martes, 15 de mayo de 2007

Un Nuevo Mundo



¿Por qué esperamos milagros para cambiar?

(Perdón por poner a Laura Zapata pero para mí es un milagro que siendo de las peores actrices del mundo convierta su vida en una parodia y la gente se la crea)




Yo creo que todos estamos esperando algo, alguna señal que nos indique que tenemos que cambiar. En mi caso en particular creo que cambio cosas de mi personalidad, costumbres, cuarto, escritorio, métodos de estudio, trabajo, ejercicio, etc. cuando más o menos toco fondo.

Siempre todos tenemos amigos para todo tipo de situaciones, tenemos amigos para estudiar, para trabajar, para copiarles en los exámenes, los amigos cultos que saben de todo lo que pasa en el mundo y tienen una capacidad enorme de memorizar nombres, datos y fechas (cosa que envidio porque mi memoria no es muy buena que digamos), amigos tetos, amigos que no toman, amigos cristianos, amigos trabajadores, amigos abusivos, amigos deportistas, amigos tranquilos y los que todos tenemos AMIGOS PEDOS. Toda mi vida he tomado mucho, todos los fines de semana se me ha hecho una costumbre ponerme hasta la madre de pedo, obvio no agarro una botella y me la tomo solo, siempre están los amigos con los que siempre se puede tomar, cantar José José o Juan Gabriel y a veces hasta llorar y pelearnos entre nosotros.

Últimamente he intentado no tomar en fiestas, reuniones, antros o donde quiera que vaya, a veces lo consigo otras veces, por mi alcoholismo no. Varias veces, si no es que siempre, se me olvidan las cosas cuando estoy en la tomadera, al día siguiente tengo lagunas enormes, no me acuerdo si hice imprudencias, si dije cosas y lastimé a alguien, a que lugares me fui a meter después del lugar de inicio. Sinceramente estoy harto, ya no quiero que eso me siga pasando, tener cruda moral al otro día y que la gente con la que me fui a tomar me recuerde todo lo que dije o hice. No he llegado a mi casa en alguna ocasión, no por prudente de no manejar sino porque me gana el sueño y me quedo dormido en donde esté arriesgándome a que algo me puedan hacer los weyes con los que me haya quedado a dormir. Todo esto sin contar todo el dinero que me gasto en una salidita “tranquila” porque decidí salir a ver gente o a ver a que amigo me encuentro. Yo creo que si ahorrara todo lo que he gastado en pedas ya tendría por lo menos un mejor coche que el que traigo.

¿Porque tengo q esperar a que me pasen cosas malas para saber que mi estilo de vida está mal? Los últimos meses si salgo entre semana a casa de algún amigo o a cenar o a algún bar ya no tomo ni una sola cerveza. Siempre la presión grupal es súper difícil de sacarle la vuelta, pero ya no, ya me cansé de llevar 12 años tomando todos los fines de semana y además tomar entre semana, llegar crudo a la oficina (eso sí, nunca he faltado a trabajar por tomar), tener que hacer la chamba de un día normal pero sin poderme concentrar.

No estoy criticando a nadie que lo haga, pero simplemente yo necesito tener un cambio en mi forma de divertirme, y como dicen por ahí, la diversión sin alcohol es ficticia, también yo creo que la vida sin alcohol es mejor. Llevo yendo al gimnasio ya casi 1 año y me siento mucho mejor, ya no me siento tan achacoso como estaba hace un año.

Un día antes de la cena de Navidad de la oficina me fui con unos amigos a un bar y la verdad que se me pasaron las copas. Estábamos en la Condesa y saliendo de ahí me perdí, por borracho fui a dar a la colonia Peralvillo, ahí por la Basílica, ¿Cómo llegué? No tengo idea, el alcohol me llevó hasta allá. Como estaba perdido y eran las 5 AM decidí hablar de mi celular a una amiga, que es casi casi taxista porque sabe salir y llegar a donde sea, total que nunca me contestó porque estaba dormida. Pero estaba en esa colonia, de las más peligrosas de México DF con celular en la mano, cigarro y ventana abierta, obvio lo que me pasó fue que en un alto llegó un amante de lo ajeno (un pinche ratero) me bajó de los pelos me pegó en la cara y me aventó a la banqueta, me quitó el celular y se subió al coche porque se lo iba a robar, no tengo idea como se me ocurrió pero empecé a gritar, pero no ayuda sino más bien a gritar como loco. El ratero se puso nervioso, intentó sacar la llave pero la rompió adentro de la marcha. No pude hacer nada, no tenía celular, mi coche estaba parado a media calle, y no sabía como comunicarme con nadie porque, como a mucha gente le pasa, todos mis teléfonos los tengo en la agenda del teléfono y no me sé ningún teléfono que no sea el de mi casa. Entre la desesperación, el coraje y el llanto que no podía parar conseguí hablar de un teléfono público con una operadora (después de 3 que me colgaron porque pensaron que era broma), que me tuvo la paciencia y me pudo comunicar a mi casa en una llamada por cobrar, hablé con mi mamá y después de tranquilizarme, llamó a una grúa para que me fuera a rescatar. Me sentí un verdadero IMBÉCIL.

Una señora, dueña de una fonda, me vio tan mal, sentado en la calle y llorando como un niño chiquito que se apiadó de mí y me ofreció café y desayuno gratis ya que el ladrón me había quitado los $200 que traía en mi cartera que me habían sobrado de la borrachera de un día antes. Llegó la grúa y me fui a mi casa, llegué a las 10 AM, por razones q no tengo ni que explicar no pude ir a trabajar ese día, no fue por la cruda sino por el estado en el que estaba. Cuando hablé con mi jefe me solté llorando otra vez en el teléfono, fue hasta entonces cuando se dio cuenta y me creyó que algo andaba mal en ese momento.

Dormí toda la tarde y no falta mencionar la cruda moral que tenía. No me acordaba muy bien de lo que había pasado, de hecho no estoy seguro de lo que narré sea 100% exacto. En la noche tuve que ir a la cena Navideña de la oficina en la que la pasé bastante mal, todo mundo me preguntó lo que me había pasado porque traía golpes en la cara y eso hizo que no pudiera sacarme de la cabeza que por mis excesos me hubiera pasado algo tan malo por una estupidez. Estuve en la cena como 3 horas y me fui a dormir, no tenía ganas de que me siguieran preguntando lo mismo.

He hecho cambios en mi vida, he intentado cambiar muchas cosas que no he podido, me falta cambiar muchas cosas, necesito hacerme más responsable de mis actos y necesito también tener un límite, no quiero que me sigan pasando cosas malas o tocar fondo para darme cuenta que algo está mal.

Hoy en día cuando mis amigos me cuentan lo que hicieron el fin de semana, todo se resume a que se pusieron una peda fenomenal y que no se acuerdan de la mitad. No se acuerdan porque se pelearon con sus novi@s ni porque acabaron en equis antro. Saben que firmaron millonadas con la tarjeta de crédito, que les debe medio antro unos drinks, que perdieron sus celulares ah pero eso sí, se la pasaron de 10, como hacía mucho no se la pasaban. No soy ningún juez, ni mocho para decir que esto está mal, porque estoy acostumbrado a hacerlo, lo que sí es que yo ya me cansé y no quiero tener este estilo de vida, quiero un cambio y no sé si con los amigos que tengo ahorita voy a llegar a cambiar. No quiero meterme a grupos de lectura de la Biblia y mucho menos hacer días de campo y cambiar todo. Pero creo que ya llegue a un punto personal y profesional en el cual la fiesta y el desmadre todos los fines de semana ya no tienen lugar.

Cuando otros amigos me hablan por teléfono los viernes para ver que hacemos y les digo q la verdad no quiero hacer nada y que el sábado tampoco porque quiero ver películas me he llevado varios comentarios tipo “que abuelo eres”, “que aburrido, no mames”, “seguro estás crudo, ¿a donde te fuiste?”, “claro, como sales con otros amigos a mi ya me olvidaste” y cosas que de repente si me llegan al fondo y me siento como un abuelo o como un imbécil dejando pasar mi vida. Pero hay veces que no quiero irme de fiesta, que no quiero ver a mis amigos, que no quiero saber nada de nadie, que no quiero sentirme débil porque acabo con una chela en la mano, que no quiero tener cruda, que no quiero sentirme mal, que no quiero que me asalten por borracho, que no quiero llevar la vida que he llevado, que no quiero chocar, que no quiero caerle mal a la gente, que no quiero ahogar mis tristezas en alcohol, que no quiero que la gente se harte de mí, que no quiero lastimar a la gente que quiero, que no quiero tener preocupada a mi familia cada vez que salga, que no quiero que la gente tenga miedo cuando me vea con un drink en la mano, que no quiero que mi vida se mueva por el alcohol, que no quiero esperar un milagro para cambiar, que no quiero pasar más malos tragos para cambiar, que no quiero llegar a “un nuevo mundo” para darme cuenta que la vida no es lo que he estado viviendo, QUE NO QUIERO SER AA!!!!!

1 comentario:

Rodrigo dijo...

Hola, siempre he agradecido la opción que tiene blogger de "Siguiente Blog". Muchas veces te encuentras con personas que tienen una manera de escribir que te llama mucho la atención, y otros, con los cuales sientes que tienes algo en común. Y bueno, el trago, fue lo que tenemos en común en esta ocasión. Me pareció interesantísima tu "confesión". Si bien yo tomo, antes tomaba muchísimo, diariamente. Sentía que me ahogaba en un vaso de agua. Todo esto fue el año pasado, cuando estuve estudiando en la Universidad, y a pesar de que mis notas en las pruebas y trabajos estaban todos bien, el exceso se dobló. Sobre todo con un grupito de compañeros. Tomábamos todos los días después de clases. Luego yo debía viajar a mi ciudad (por que la U me quedaba en otra ciudad, a una hora de distancia) y sólo llegaba a dormir. Los días que no tomaba, eran los días que estaba con mi novia. Bueno, de alguna manera, ya todo eso pasó. Quizás, fue el vivir en carne propia todos los problemas mucho más grandes que estuvo pasando mi familia, comprendí entonces que no podía ser un cacho más, algo debía hacer conmigo mismo. Hoy en día tomo, sólo cuando tengo ganas de tomar, por iniciativa propia. Cuando hay algo que brindar, o cuando viaja mi mejor amigo algún fin de semana. Pero siempre debemos estar al menos con nuestros cinco sentidos bien puestos, por que es nuestra única manera de poder tocar bien música.
Bueno amigo, pa que veas que sí hay gente que se da vueltas por el mundo de internet (muy pocos supongo), y que le damos nuestra propia opinión a aquellas personas, sin importar su origen, y sin esperar nada a cambio, sino, por el sólo hecho de hacerlo.
Saludos desde el centro de Chile.